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Ruta 2: Entre Versos y Leyendas

Hoy recorreremos lugares que fueron descritos magistralmente en las obras de tres grandes poetas, dos de ellos sevillanos otro cántabro, y todos con una gran vinculación con la Ciudad de Soria, Antonio Machado, Gustavo Adolfo Bécquer y Gerardo Diego.

Se trata de la ruta más corta de las propuestas, sin embargo esto no significa que sea una ruta fácil. Es un auténtico tobogán, con constantes subidas y bajadas, tramos tan técnicos y duros que nos veremos obligados a bajar de la bici, y tirar de ella. No por ello deja de ser una buena ruta, sino al contrario, y a buen seguro nos sorprenderá por la belleza e historia de sus parajes.

PRIMER TRAMO: PASEO DEL MIRON: Km. 0,000. Nuestra ruta parte en el Paseo del Mirón, en su cruce con la Carretera de Logroño.

Por el Paseo del Mirón y paralelos a los restos de la Muralla de Soria, llegamos junto a la Ermita de Nuestra Señora del Mirón. (Año 1725)
Según la leyenda, las mulas de un labrador se pararon y se negaron a andar mientras el labrador oyó una voz que decía “Mira Mirón”. El labrador se fue a su casa y comentó lo que le ocurrió. Se organizó una expedición y se excavó la zona y hallándose la imagen de la Virgen.
Dejamos la ermita  a nuestra izquierda y continuamos por el paseo, no tomaremos el camino que gira a la izquierda  apenas pasada la ermita, seguiremos de frente, por el paseo que ahora está prohibido a vehículos y que lleva al paraje de los Cuatro Vientos. Donde nos encontramos la primera evocación Machadiana. Una estructura nos recrea la silueta del poeta y su mujer Leonor, como conmemoración al centenario de la llegada a Soria de poeta (1907-2007), quien tenía la costumbre de pasear, por este lugar, junto con su esposa Leonor, cuando esta se encontraba enferma de tuberculosis.

Desde Los Cuatro Vientos tenemos una visión privilegiada de la Ciudad, en primer plano el Cerro del Parque del Castillo. Abajo la Concatedral de San Pedro, en su origen dedicada a San Agustín  (año 1152), y reconstruida en el año 1520.

A nuestra izquierda el Monte de las Animas alfombrado por un manto de encinas y coronado por un repetidor, más al fondo presidiendo todo nuestro horizonte la Sierra de Santa Ana, también coronada por repetidores de televisión.

Y como El Duero, elemento fundamental de la fisonomía de la Ciudad de Soria, sin embargo y como cantó Gerardo Diego, esta parece darle la espalda.

Río Duero, río Duero,
nadie a acompañarte baja:
nadie se detiene a oír
tu eterna estrofa de agua.
Indiferente o cobarde,
la ciudad vuelve la espalda.
No quiere ver en tu espejo
su muralla desdentada.

Tomaremos la senda que parte a la entrada izquierda de Los Cuatro Vientos, Kilómetro 0,4, recientemente  remodelada para la “Adecuación de las Sendas del Duero”  y que desciende en su inicio y pasa por dos tramos escalonados.

Nuestra senda finaliza en la Senda de Adecuación de las Márgenes del Duero, en el kilómetro 0,9. La tomaremos a la izquierda con el Duero a nuestra derecha. La senda circula paralela al Río por una senda mixta, que combina zonas de gravilla con zonas de plataforma en las zonas rocosas. En el kilómetro 1,7, abandonaremos la dirección que llevábamos y tomaremos el camino que tenemos a nuestra derecha, realizando un giro de 90 grados, para atravesar la antigua presa del Pereginal , y luego un puente de madera que cruza el Duero.

Seguiremos por la Senda de Adecuación de las Márgenes del Duero, esta vez por la orilla contraria a la que llevábamos. Atravesaremos hasta tres puentes de madera, que atraviesan los ramales que vienen de la antigua fábrica de harinas. Abandonaremos las Senda del Duero, en el kilómetro 2,6, en un camino que parte a nuestra derecha junto a una caseta de madera.

El camino termina en otro asfaltado, que tomaremos a la derecha. Este camino termina en el kilómetro 2,9 en la carretera SO-P-1001.

SEGUNDO TRAMO. CARRETERA DE ALMAJANO SO-P-1001. KILÓMETRO 2,9: Tomaremos la carretera a nuestra izquierda, hasta alcanzar el  kilómetro 3,6, donde dejaremos la carretera y tomaremos un cruce a nuestra derecha por un camino asfaltado que lleva al repetidor del Monte de las Ánimas. Adentrándose en un pequeño pinar y con una importante pendiente llegamos casi al repetidor, pero antes nuestro camino asfaltado presenta un cruce con un camino, el lado derecho esta asfaltado y el lado izquierdo es de tierra, tomaremos este lado, kilómetro 4,0.

TERCER TRAMO: MONTE DE LAS ÁNIMAS. KM. 4,0: Cuentan que en este lugar, se libraron unas disputas muy sangrientas, por los derechos de caza, entre los nobles de la ciudad y los monjes del Monasterio de San Polo, pertenecientes a la Orden del Temple, situado en las orillas del Duero.

Según la leyenda, en la que se inspiró Bécquer, la noche de difuntos las animas de los que aquí perdieron la vida vagan por el monte envueltos en los jirones de sus sudarios.

Aunque es un lugar muy cercano a la capital, son pocos los sorianos que adentran a pasear por el Monte de las Ánimas, tal vez, sugestionados por la leyenda negra de lugar.

Nosotros como Alonso, el personaje de la Leyenda del Monte de las Ánimas de Bécquer, nos adentraremos en el bosque de encinas que lo cubre. Tomando el camino de tierra que lo bordea en un primer momento, para adentrarse en él, en una bifurcación, tomando lado izquierdo, más marcado, en el kilómetro 4,7. Ya en pleno bosque de encinas y jaras, y antes de iniciar una curva de ascenso, nos encontramos con una bifurcación tomaremos el lado derecho, kilómetro 4,8 y otra igualmente en una curva 100 metros más adelante. En ligero ascenso por un camino irregular de piedras y arena, que lo hace más duro, coronamos el monte, junto a una pequeña charca y nos presentamos en un claro, tal vez producto de la actividad ya abandonada de la carbonería. (Kilómetro 6,0)

Por una zona más despejada, ignoraremos el camino que se une al otro y que viene del bosque unos 100 metros mas adelante. Nuestro camino circula paralelo a al bosque que deja a la derecha. Para encontrarse con una bifurcación en el kilometro 6,3, el lado izquierdo presenta un camino de rodadura y el derecho, una senda, tomaremos esta que desciende y busca la carretera de circunvalación de Soria.

Nuestra senda se va convirtiendo en un camino de rodadura, y antes de tomar el paso inferior de la carretera es atravesado por un camino que viene paralelo a ella que no tomaremos. Atravesado el paso inferior en el kilómetro 6,7, el camino gira a derecha, y aunque en su inicio continua paralelo a la carretera de circunvalación, gira a la izquierda y se adentra en un bosque claro. Ahora buscamos el paso sobre las abandonas vías del tren. Para ello en otra bifurcación tomaremos el ramal derecho para pasar por un paso elevado. (Kilómetro 7,5). Ahora circulamos en principio paralelos a las vías abandonadas del tren que dejamos a nuestra derecha y que enseguida la abandona.

Después de coronar un pequeño repecho y atravesaremos unas abandonas instalaciones de tratamiento de áridos, el camino se torna asfaltado para baja el pequeño cerro, en el descenso ignoraremos el camino que parte a nuestra derecha en plena curva, kilometro 8,5, llegar al Hostal de la  Venta de Valcorba.

CUARTO TRAMO: VENTA DE VALCORBA: KM.8,9: Nos encontramos con la carretera N-234. Frente a nosotros tenemos una gasolinera. Cruzaremos la carretera dirección a ella, para bordearla  por su lado izquierdo,  dejándola a nuestra espalda, para buscar el camino que nos deja en la nueva cale del Polígono de Valcorba.(Kilómetro 9,1). Ya en la nueva calle, tomaremos la derecha, dirección a la rotonda,  tomando la segunda salida, por una calle que asciende. De nuevo otra rotonda, la atravesaremos continuando ascendiendo, para de nuevo llegar a otra rotonda que atravesaremos de igual modo, junto al centro logístico de Ayuntamiento de Soria y Agrutranso. En el kilometro 10,4 la calle finaliza en una carretera asfaltada, que tomaremos a la derecha, junto a un depósito de aguas, que dejamos a la derecha.

En el kilometro 10,6 abandonamos la carretera asfaltada que sube  alto de la Sierra Santa Ana, tomando la pista que parte a nuestra izquierda.  500 metros mas adelante legamos a una bifurcación, tomaremos la derecha, por el camino que circula paralelo a la valla de la explotación ganadera “Granja Santa Ana”, que queda a nuestra izquierda, ignorando los caminos que parte a nuestra derecha en el kilómetro 11,3. La valla finaliza y deja  paso a una plantación de árboles frutales, para en la bifurcación del kilómetro 11,8, en una bifurcación tomar la derecha. El camino se adentra en un bosque de encinas. Ignoraremos el camino que parte a nuestra derecha en el kilometro 12,0 y otro menos definido en el 12,3. En el kilómetro 12,5 encontraremos una bifurcación del camino conocido como de “Santa Ana”, en primer lugar encontraremos el ramal derecho para en pocos metros el ramal izquierdo, pero nosotros no tomaremos ninguno de ellos continuando de frente, y otro a derecha que tan poco tomaremos en el kilometro 12,7, para llegar a la finca  “El Chaparral”

CUARTO TRAMO: FINCA EL CHAPARRAL. KM 12,9: Apenas unos metros después de atravesar la finca, el camino presenta una cancela que atravesaremos, al otro lado, un cartel nos previene “Precaución Zona de Caza”. Circulamos por un camino que poco a poco va presentado mas guijarros calizos y con constantes subidas y bajadas. En una bifurcación en el  kilómetro 14,0, tomaremos la derecha, por un camino menos marcado. El camino va abrazando la Sierra Santana, o también llamada del Peñalba. El camino presenta una corta pero exigente subida, justo en el punto donde el camino es atravesado por una línea de alta tensión.

QUINTO TRAMO. SALTO DEL FRAILE. KILOMETRO 15,6: Desde este punto tendremos una visión privilegiada, de la silueta de Soria, y una bella panorámica de la Curva del Arco de Ballesta que traza el Duero a su paso por Ciudad. Si tenemos suerte sobre nuestras cabezas podemos contemplar el vuelo de los buitres que anidan en las paredes que custodian el paso del Duero.

El camino se ha convertido en senda. A nuestra derecha tenemos un mojón de señalización, formado por piedras acumuladas. En este punto tomaremos el camino que tenemos a nuestra derecha que asciende con dirección al alto de la Sierra de Santa Ana, coronada con antenas y repetidores de televisión y radio.
El camino asciende rápidamente, y va ganando altura, se abre paso entre encinas. La pendiente va aumentando y hará que debamos poner el pie a tierra y arrastrar nuestra montura. Pero tan solo unos cientos de metros, para volver a ser ciclable a la vez que se va volviendo mas evidente. Rodea la cumbre y va dejando las antenas a nuestra izquierda, para finalizar en el kilómetro 17,2 en una cancela junto a la carretera asfaltada de acceso a la cima.

Tomaremos la carretera a nuestra izquierda. La carretera finaliza en las instalaciones de Abertis Telecom pero a nuestra izquierda parte un camino que va al vértice geodésico de la Sierra Santa Ana a 1268 mts.

SEXTO TRAMO. VÉRTICE GEODESICO DE LA SIERRA DE SANTA ANA. KILÓMETRO 17,9: La Sierra de San Ana forma parte integrante de la fisonomía de la capital Soria, desde su cumbre se tiene una bella panorámica de la Ciudad. Con del Duero a sus pies, puede contemplarse con nitidez la curva de ballesta que dibuja este a su paso, magistralmente canto Machado.

Colinas plateadas,
grises alcores, cárdenas roquedas
por donde traza el Duero
su curva de ballesta
en torno a Soria, oscuros encamares,
ariscos pedregales, calvas sierras,
caminos blancos y álamos del río,
tardes de Soria, mística y guerrera,
hoy siento por vosotros en el fondo
del corazón, tristeza,
tristeza que es amor! ¡Campos de Soria,
donde parece que las rocas sueñan,
conmigo vais! ¡Colinas plateadas
grises alcores, cárdenas roquedas!…

Desandaremos el camino de ascenso al vértice geodésico, y por la carretera asfaltada, que se encuentra marcada por un P.R. seguiremos las marcas de continuidad, para en el kilómetro 18,6 abandonarla a la izquierda,  junto a un panel de dirección que nos señala “San Polo”.

Circulamos por una senda que desciende trepidantemente por una zona de canchales, que en algunos puntos nos hará poner el pie a tierra.
La senda finaliza en Paseo de San Saturio a San Polo, junto al Duero.

CUARTO TRAMO: CAMINO DE SAN SATURIO: KM. 20,1: Sobre el camino asfaltado que bordea el Duero, a nuestra derecha nos encontramos los restos de lo que fue el Monasterio de San Polo (Siglo XIII). Perteneciente a la Orden del Temple, que defendían el acceso a la Ciudad. En la actualidad la iglesia es una vivienda particular. Rodado de huertas y vegetación inspiro al Bécquer para su leyenda de “El Rayo de Luna”

Sin embargo tomaremos nuestra izquierda que lleva a la Ermita de San Saturio. (Siglo XVII)

La Ermita esta encaramada en la roca, y en tiempos fue la morada de un anacoreta, hijo de un noble visigodo, San Saturio, patrón de la Ciudad.

He vuelto a ver los álamos dorados
álamos del camino en la ribera
del Duero entre San Polo y San Saturio
tras las murallas viejas
de Soria – barbacana
hacia Aragón, en castellana tierra –
Estos chopos del río, que acompañan
Con el sonido de sus hojas secas
el son del agua cuando el viento sopla,
tiene en sus cortezas
grabadas iniciales que son nombres
de enamorados, cifras que son fechas.
¡Álamos de amor, que ayer tuvisteis
de ruiseñores vuestras ramas llenas;
álamos que seréis mañana liras
del viento perfumado de primavera;
que corre y pasa y sueña,
álamos de las márgenes del Duero,

conmigo vais, mi corazón os lleva!

Unos metros antes de llegar a la Ermita y sobre el muro de piedra a nuestra derecha, kilómetro 20,6, existe una apertura que da paso a unas escaleras que cogeremos para llegar a la pasarela que atraviesa el Río.
Pasado esta, tomaremos el Paseo de San Prudencio a la izquierda (kilómetro 20,8). Por el paseo pavimentado circularemos 300 metros, para alcanzar un pequeño repecho, a la derecha tomaremos  una senda que asciende junto a un puentecillo que modo de tubería atraviesa la vía abandonada del tren, y que continúa subiendo por el Cerro de los Moros. Ignoraremos la senda que parte a la izquierda en el kilómetro 21,3, para luego unirse a otra en el 21, 5. La senda conocida como “La senda de Valobos”, termina junto a una rotonda de la calle Marcelino Camacho y Paseo de Valobos, tomaremos esta última calle que asciende junto a la valla del  Cementerio del Espino, donde descansan los restos de Leonor Izquierdo, esposa de Antonio Machado.

Junto al Cementerio se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora del Espino (Siglo XVI). Reconstruida sobre la antigua iglesia de Nuestra Señora de Covaleda o Covallieda, que llegó a ser la iglesia principal de Soria. En su interior existe una réplica de la Virgen del Espino, ya que la original fue destruida en un incendio en 1952.

La antigua talla fue perdida y encontrada por un pastor cerca en un espino cerca de localidad soriana de Covaleda. La talla fue escondida para que no fuera profanada por los moros al conquistar la Ciudad.

En el jardín de la Iglesia de Nuestra Señora del Espino se encuentra el Monumento del Olmo de Machado, sobre los restos de otro olmo centenario.

Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad partido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido
¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.
No será, cual los álamos cantores
que guardan el camino y la rivera,
habitado de pardos ruiseñores.
Ejercito de hormigas en hilera
va trepando por él, y sus entrañas
urden sus telas grises las arañas.
Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas en alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas.

Olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.

Rodeamos la iglesia de Nuestra Señora del Espino, dejándola a nuestra derecha, cogiendo la calle San Martin de la Cuesta y luego por la Calle Santiago, ya en pleno Parque del Castillo, ascendemos por una carretera asfalta, pasando por el Sagrado Corazón, y seguidamente una curva de herradura a la derecha nos dejara casi en los mas alto del Parque del Castillo.

QUINTO TRAMO: PARQUE DEL CASTILLO KM. 22,8: Nos encontramos junto a una bifurcación tomaremos la derecha que sigue ascendiendo, dirección al Parador Nacional Antonio Machado.

El Castillo asoma tímidamente, tan solo conserva los restos de la Torre del Homenaje, de lo que en su día una gran fortaleza, construida en el siglo XII. Defendía la Ciudad, junto con una fuerte muralla de mas de ocho kilómetros, y que contaba con varias puertas, como la de Valobos, de Najera, de Santa Clara, Arco de San Juan de Rabanera, del Postigo, del Rosario, pero la mas importante era la de Navarra, con torres de defensa a la entrada del puente sobre el Duero, desde donde se cobraba el portazgo.
En 1812 el General Duran ordena destruir el castillo, para evitar que los franceses se apoderaran de él y se atrincheren.

Nada mas pasar el Parador Nacional, tenemos una visión del toda la Ciudad, kilómetro 23,1, tomaremos  la derecha por la calle Fernan Gonzalez, e inmediatamente girar a la izquierda, por la calle Carlos de Vela, para retornar a la carretera de subida al Parque. Frente a nosotros, ligeramente a nuestra derecha, y cruzada la carretera, existe  una apertura en al valla y un banco de piedra,  parte una senda que desciende paralelo a las murallas del castillo (kilómetro 23,3) Por la senda de ronda del Castillo, se deja a la izquierda el Parador. Esta finaliza en otra pista de tierra que tomaremos a la derecha, kilómetro 23,6 y que finaliza en un tramo de escaleras, y esta en el otro acceso al Parque del  Castillo. (Kilómetro 23,7) Tomaremos la carretera a la izquierda, por un descenso rápido, que nos deja de nuevo junto al Duero. Nuestra carretera finaliza en la Calle nuestra Señora de Calatañazor (Kilómetro 24,3), que tomaremos a la derecha, tan solo unos metros para girar a la izquierda, por el Paseo del Postiquillo que circula paralelo al Rio Duero. El Paseo del Postiquillo, junto al Puente del Duero y la Calle San Agustín.

No se conoce a ciencia cierta su fecha de construcción del Puente del Duero, pero es de suponer que sea coetánea a la del recinto amurallado de la ciudad. En el Archivo Municipal de Soria existe constancia de la iniciativa de los Reyes Católicos para la reparación de «los dichos muros e puente e torre e de las otras cosas de suyo declaradas para bien».
En 1538 se concedió permiso para desmantelar la iglesia de Santa Cristina, situada en las inmediaciones, y utilizar su sillería para reparar el Puente de Piedra.

Según escritura del 12 de noviembre de 1646, Juan Pérez de Villaviad, maestro de cantería, llevó a cabo obras y reparos en el puente.
El historiador Nicolás Rabal (1889) habla de «un magnífico puente de diez y ocho arcos, guarnecido con un torreón para la defensa de la entradas, el cual se reparó considerablemente en el año 1717, como lo indica una inscripción que aparece en una de las piedras».

Entre los años 1788, en que lo menciona Loperraez, y 1845 en que Madoz publica su Diccionario el puente debió de sufrir una gran avenida que le causara importantes desperfectos pues desde entonces se describe con ocho vanos, el mismo número que en la actualidad: «puente de piedra de sillería de ocho elevados arcos, apoyados en catorce estribos, de forma triangular unos, y rectángulos curvilíneos otros, semicirculares algunos, y uno que forma dos ángulos obtusos y otro agudo; del centro de la base del puente, arranca una fuerte torre que sirve para su defensa al paso que para su mayor seguridad».

El puente disponía de dos torres de puerta en el propio puente en las que se cobraba el pontazgo. Una de ellas se encontraba junto a la Puerta del Duero o de Navarra (derribada en 1848) y la otra en el medio, siendo derribada esta última en 1851. También se suavizó el perfil en “lomo de asno” con motivo de la construcción de la carretera.


SEXTO TRAMO: PUENTE DEL DUERO Y CALLE SAN AGUSTIN. KILÓMETRO 24.5:
Frente a nosotros se encuentra el l Antiguo Convento de San Agustín (Kilometro 24,5)

La fundación de este convento se remonta a 1203 cuando el obispo Don Diego de Acebes lo entregó a la orden cisterciense tomando el nombre de Santi Spíritus. Se situó en torno a la antigua iglesia románica de Santa María del Puente,  que es como aparece en el censo de Alfonso X. En la primera mitad del siglo XIV el convento y la parroquia son abandonados, trasladándose el párroco a la iglesia de El Salvador situada en el barrio del Rabal.

Durante la segunda mitad XIV y finales del siglo XV fue ocupado por los Mercedarios hasta que en 1478 lo destruyó un incendio y tuvieron que abandonarlo. Posteriormente los Doce Linajes fundaron un hospital para el amparo y crianza de los niños expósitos, situado en las mismas dependencias o contiguo a las mismas. Este hospital funcionó hasta 1534 en que a causa de su mal estado se ordenó su derribo, cediendo el solar al contiguo convento de agustinos que había sido fundado por Rodrigo de Torres en 1522 junto al hospital. El hospital de niños expósitos se trasladó a la desaparecida casa e iglesia de San Lázaro, que se encontraba a las afueras de la capital. En compensación se obligó a hacer una capilla dedicada al Espíritu Santo y a decir una misa con vísperas solemnes por Santiago.

En este convento residió como lector de Gramática, entre 1555 y 1556, fray Luis de León.

El general José Joaquín Durán, en marzo de 1812, mandó demoler este convento junto con las murallas de Soria, el castillo, los conventos de San Benito, San Francisco, la Concepción y el Hospicio con el fin de que los franceses no se atrincheraran.
Tomaremos la calle San Agustín a la izquierda para tomar la primera calle a la derecha, se trata de la Calle San Vicente, para en pocos metros girar de nuevo a la derecha para tomar el Camino de San Ginés, que presenta una senda de gravilla blanca, recientemente remodelada por la actuación de la Adecuación de las Sendas del Duero. En el kilómetro 25,0,  junto a lo que fue la iglesia de San Agustín “El Viejo” abandonamos la senda y tomamos el ramal izquierdo.

Las ruinas de la iglesia de San Agustín el Viejo, apodada así para diferenciarla del convento fundado en el siglo XVI junto al Puente de Piedra, constituye junto con la iglesia del monasterio de San Juan de Duero y las Ruinas de San Ginés, las iglesias conservadas más antiguas de Soria. Tanto la iglesia de San Agustín como la de San Ginés son muy desconocidas en la capital por estar en ruinas y pasar desapercibidas.

Debido a su reducido tamaño desde el siglo XVI, el día de la festividad del Santo se trasladaba la misa a la iglesia del Convento de San Agustín. En el siglo XVII la iglesia debía estar ya en ruinas pues en 1609 se trasladó el Santo titular a la iglesia de la Santísima Trinidad y se cerró al culto. Tras su ruina se transformó en vivienda particular y se levanto una casa, aprovechando el hastial occidental. Su estado es de abandono y ruina.

El camino continua ascendiendo por un terreno difícil junto a las ruinas de la iglesia de San Gines, de las que apenas queda dos solidos muros de piedra.
Situada en las laderas del Cerro del Mirón, donde se encuentra la ermita del mismo nombre, la iglesia de San Ginés es una de las 35 parroquias que aparecía en el censo de Alfonso X elaborado en 1270.

Por la senda que llevamos conectamos con la senda de adecuación de las márgenes del Duero, Kilómetro 25,3. Por donde habíamos circulado al inicio de nuestra ruta, tomaremos la izquierda para, llegar a Cuatro Vientos, desde allí  por el Paseo del Mirón, finalizamos nuestra ruta donde la habíamos comenzado después de 25,9 kilómetros.

Última actualización de la ruta 4-abril-16